¿Por qué educación y naturaleza?

En una escuela de playa, los niños y niñas fortalecen su conexión con la naturaleza y desarrollan un profundo respeto por el entorno que les rodea.

La pedagogía playa-escuela es un enfoque educativo basado en el aprendizaje al aire libre, específicamente en entornos de playa y costa. Se inspira en metodologías como las escuelas de bosque y la educación experimental, promoviendo el contacto directo con la naturaleza como eje central del desarrollo infantil.

Razones por las que los niños y niñas aprenden mejor en la naturaleza:

  • Aprendizaje a través de la experiencia: La naturaleza brinda oportunidades para el aprendizaje vivencial. Los niños y niñas tocan, observan, huelen y experimentan directamente con su entorno, lo que les ayuda a comprender conceptos abstractos de forma concreta.
  • Desarrollo motor y sensorial: Caminar sobre diferentes superficies, manipular piedras y hojas fortalece la motricidad gruesa y fina, habilidades esenciales para el desarrollo físico y cognitivo.
  • Fomenta la curiosidad y la creatividad: La naturaleza es un espacio impredecible donde los pequeños pueden hacer descubrimientos constantes, estimulando su imaginación y creatividad al inventar juegos o resolver problemas.
  • Mejora la concentración y la memoria: Estudios han demostrado que el contacto con la naturaleza mejora la atención y la capacidad de concentración, lo que facilita el aprendizaje en otras áreas.
  • Conexión emocional con el aprendizaje: Los niños y las niñas que aprenden en la naturaleza desarrollan una relación positiva con el aprendizaje porque lo asocian con la diversión y el bienestar, en lugar de verlo como una obligación.
  • Fomenta la autonomía y la toma de decisiones: En un entorno natural, los niños y las niñas enfrentan desafíos y toman decisiones constantemente, lo que refuerza su independencia y confianza en sí mismos.
  • Desarrollo social y emocional: El juego libre en la naturaleza fomenta la cooperación, la resolución de conflictos y el trabajo en equipo, fortaleciendo las habilidades sociales y emocionales.
  • Consciencia ecológica y respeto por el entorno: El contacto directo con la naturaleza ayuda a los niños a valorar y cuidar el medio ambiente, desarrollando una conciencia ecológica desde pequeños.

En la escuelita acogemos a niños y niñas desde una baja maternal hasta los 6 años (todo el ciclo infantil)

Con el primer ciclo (0 a 3 años) permaneceremos en nuestro hogar de crianza, una casita con mucha luz natural, diseñada para su bienestar y adaptada a sus necesidades donde podrán desarrollar su intelecto, sensibilidad artística y sus logros a través del juego y actividades sensoriales significativas.

Con el segundo ciclo (3 a 6 años) Elegimos un entorno natural como es nuestra playa, a tan solo 5 minutos caminando y garantizando su seguridad, confiando en la capacidad del niño y la niña, reconociendo su autonomía, su potencial innato para aprender. Los pequeños estarán acompañados por su educadora, quién les brinda un entorno seguro, basado en la confianza y el respeto, permitiéndoles explorar y desarrollar su juego e intereses con libertad en el entorno natural. Las educadoras cuentan con experiencia en educación al aire libre y un profundo conocimiento de la zona, así como de los posibles riesgos que puedan presentarse.