Forma de enseñanza
En Espacio Luna educación y naturaleza acogemos a niños y niñas desde una baja maternal hasta los 6 años de edad.
Los cimientos están basados en la pedagogía Montessori y playa-escuela pero también en otras pedagogías como es Emmi Pickler y Reggio Emilia. Todas estas capaces de ayudar a nuestros niños y niñas a aprender y crecer.
En esta pedagogía el desarrollo infantil se estimula a través de la actividad libre, mediante un ambiente preparado que despierta el deseo por aprender (cuando la actividad es libre, se mantiene la motivación y a la vez la autodisciplina). El ambiente debe ser acogedor, adaptado y natural. Los materiales son instrumentos para despertar y desarrollar la capacidad innata de aprendizaje de los niños y las niñas.
Los peques, dentro de esta filosofía aprenden a tomar decisiones, a ser autónomos, a respetar los turnos y fomentar la paciencia, respetar a los compañeros y el material, a pedir ayuda cuando la necesitan, expresar sus deseos y sentimientos, entre otras cosas.
En la pedagogía con la naturaleza se basa en espacios de aprendizaje activo y vivencial, proporcionando a los niños y niñas experiencias enriquecedoras que contribuyen a su desarrollo integral y a la formación de una conciencia ecológica solida.

La vida práctica es una de las bases más fuertes de la pedagogía activa y el método Montessori. Los niños y niñas aprenden a ser seres autónomos a través de las tareas cotidianas, desde gatear y andar solos, hasta regar las plantas, ponerse y quitarse los zapatos. El espacio esta preparado para que los niños y niñas tengan todo a su alcance; ellos mismos eligen sus materiales y comienzan a trabajar cada mañana. Los trabajos específicos de la vida práctica, como pelar una mandarina, vestir y desvestir a las muñecas, usar una escoba o desabrochar los botones de una camisa, no solo funcionan para cultivar destrezas como la motricidad fina y la concentración, sino también para conectar al niño con su mundo y aportarle confianza en su autonomía.
La integración de la vida práctica en la naturaleza permite a los niños y niñas desarrollar habilidades esenciales para su vida diaria promoviendo la autonomía, la responsabilidad y la conexión con el entorno.

Las matemáticas están muy presentes en nuestra vida cotidiana, aunque a veces no lo vemos; desde medir cantidades para una receta, hasta organizar un armario utilizamos mates. En espacio luna educación y naturaleza, partimos desde este lado práctico de la vida. Enseñamos desde lo concreto (el uso de formas para descubrir y aprender cantidades y tareas de volumen), hasta el abstracto (desde los símbolos y la asociación de sus cantidades, hasta llegar a las primeras operaciones matemáticas).
En nuestra educación en contacto con la naturaleza las matemáticas también se integran de forma natural aprovechando en entorno al aire libre como por ejemplo el conteo y clasificación de piedras, conchas palos, como la observación de patrones de hojas, la resolución de problemas prácticos como es calcular la cantidad de materiales necesarios para construir alguna estructura, etc.

Permite a los niños y niñas disponer de tiempo y espacio para ser ellos mismos. Es muy importante que cada niño decida qué actividad realizar según sus propias necesidades e intereses. Esta libertad les ayuda a superar desafíos personales, manejar la frustración que puede surgir al no saber a qué jugar, fomentar su imaginación y promover su autonomía e independencia.
En esta fase del día, la presencia del adulto debe ser discreta, silenciosa y respetuosa. Los acompañantes no intervienen ni proponen actividades; su papel principal es garantizar la seguridad y ofrecer apoyo afectivo, además de facilitar la resolución de conflictos mediante una comunicación respetuosa.

El área sensorial está integrada en toda la escuela. Los ambientes ordenados, llenos de luz y color. Y también se encuentra en los materiales táctiles y visuales que abren los sentidos de los niños donde experimentan y aprenden.
La educación con la naturaleza esta llena de estímulos sensoriales como es la manipular las distintas texturas que nos brinda la playa como son las conchas, piedras, palos, arena, la observación de fauna y flora, la escucha activa de la naturaleza etc.

La conexión con el mundo que nos rodea es uno de los pilares fundamentales de la pedagogía espacio luna educación y naturaleza. Los niños y las niñas se conectan con su mundo y, naturalmente, preguntan sobre él. En el área de cultura, los peques exploran su mundo a través de materiales concretos y objetos físicos y reales. Aprenden sobre el mundo de las plantas, los animales y las personas integrando las áreas de ciencias naturales, ciencias sociales, música y arte.

La cooperación un valor muy importante especialmente durante la infancia. Con él aprenderán multitud de conductas positivas.
En Espacio Luna educación y naturaleza, trabajamos en equipo y nos ayudamos unos a otros para conseguir ciertas cosas. La generosidad y la colaboración son valores que desarrollamos en nuestro espacio. siempre usamos frases como: “¿Necesitas ayuda”? “necesito ayuda”.
Además, aprenderán a prestar atención y a observar las necesidades de los demás para poder ayudarles cuando lo necesiten.
Cooperar implica trabajar en conjunto por una mejoría, por sacar algo adelante. Si aprenden a cooperar serán capaces de ayudar a alguien.

Los niños y niñas empiezan a aprender lenguaje de forma natural antes incluso de su nacimiento. En espacio luna educación y naturaleza, el aprendizaje del lenguaje, la escritura y la lectura empiezan con el lenguaje oral. Desde lo más sencillo, como la repetición de instrucciones vinculados a lo físico, hasta historias y canciones, llegando a la escritura desde lo concreto, conectando los puntos hasta llegar a la lectura.
En el segundo ciclo con la exploración de nuestro entorno costero iniciaremos la escritura y lectura a través de actividades, como es la escritura en la arena, crear historias con conchas, leer al aire libre, crear mapas del tesoro etc.

Sabemos que la mejor etapa para empezar a trabajar la inteligencia emocional es en edades muy tempranas, pues así, se pueden desarrollar las habilidades emocionales y sociales que conllevan la adquisición de la autoestima y el bienestar personal, muy necesarios en los primeros años de vida.
En espacio luna educación y naturaleza, conoceremos cuales son las emociones, aprendiendo a interpretarlas y expresarlas, dando herramientas para poder gestionarlas. (cansancio, conflictos, enfados, miedos, etc.), y nos iniciaremos en la relajación con todos los beneficios que ello conlleva.
Los lazos de empatía y ternura se afianzarán con cariño, con unos límites claros y firmes, con el acompañamiento respetuoso, con el apoyo a sus vivencias, reforzando positivamente sus habilidades, creatividad, pensamiento crítico y autonomía.

Aprendemos a través del asombro, la observación y el respeto mutuo. La diversidad de edades es un pilar fundamental en Espacio Luna educación y naturaleza. Al interactuar con su grupo de iguales, los niños fortalecen su autonomía, aprenden a resolver desafíos por sí mismos y encuentran apoyo entre ellos en lugar de depender exclusivamente de un adulto.
- Urb. Buenas Noches, Estepona -Málaga
- +34 613 04 56 99
- espacioluna.montessori@gmail.com